Reflexión: ¿Tenían Nombre los Cromagnones?

Hace tiempo leí un libro interesante llamado Cómo Ganar Amigos e Influir Sobre Las Personas, de Dale Carnegie. Libro interesante en general para tener una idea de cómo aproximarse a otras personas.

El caso es que una de las cosas que más se me quedaron registradas en la memoria es un capítulo en el que habla en particular de la importancia del nombre; en este caso, que era importante conocer el nombre de la persona con la que estás interactuando. Conocer el nombre de alguien y usar su nombre (y no sólo genéricos como «Usted» o «señor/señora») hacía la conexión con otras personas más profunda y personal. Conocer el nombre de alguien significa que te importa ese alguien lo suficiente como para conocer y reconocer su nombre de entre todos los nombres de todas las personas que te rodean.

Otra cosa es el por qué o para qué quieres conocer el nombre de alguien, pero ese ya es otro tema. Lo importante es que si te acuerdas del nombre de alguien, es porque ha hecho un impacto lo suficientemente intenso en tí como para reconocerlo, identificarlo y guardarlo en tu memoria.

Y esto es porque tu nombre te identifica con tu Yo, el cómo esa persona se distingue de otras personas en nuestro mundo social. Por ejemplo, piensa cómo sería tu vida si de repente, de un día para otro, alguien te empezara a llamar por otro nombre distinto. Si a mí por ejemplo, pasasen de llamarme Mirian a llamarme Sara. Yo no soy «Sara». Yo no me identifico como «Sara». Si alguien gritara «Sara» en la calle con intención de llamar mi atención, pasaría de esa persona. Y no es que tenga nada contra «Sara»; es que ese no es mi nombre y me resulta ajeno a mi Yo.
Incluso para algunas personas ya no basta con un nombre para referirnos a ellas, sino que además, tienen una manera específica de deletrear su nombre para hacerlo más especial o algún tipo de mote que lo identifica sobre otras personas del mismo nombre o similares.

Desde luego, cómo nuestros padres nos dan nuestro nombre al nacer es importante y hay algunos estudios muy interesante en este teman sobre el impacto en el futuro de un bebé de cómo una pareja nombra a su descendencia. Para dar un ejemplo, pensad en todas esas Khaleesi que existen hoy día, nombre que hace unos 10 años casi ni existía.

Pero bueno, no nos perdamos mucho en la manera en que la gente nombra a sus hijos o hijas, que eso ya da para otro tema…

Volviendo a los nombres. Se me quedó incrustado en la cabeza que saber el nombre de alguien era importante, y desde entonces hago un esfuerzo por reconocer los nombres de las personas que me rodean. Por recordar y emplear el nombre, nick o pronombre por el que prefieren ser tratados. No porque sea la moda hoy día o porque es un acto de responsabilidad, sino porque realmente es una forma de conectar con otro ser humano, de al menos tener la deferencia de usar el nombre por el que se identifica.

También hago un esfuerzo por reconocer y recordar nombres de personas que me llaman la atención o que tienen significado para mí, aunque fueran figuras del pasado. Reconocer su existencia y su contribución creo que es una forma de homenajear su existencia y esa contribución.

Y de ahí, tirando del hilo, se me ocurrió preguntarme: ¿tenían los cromagnones nombre? Es más, ¿tenían lenguaje en aquel entonces, o lo más parecido a un proto-lenguaje? ¿Se comunicaban por gruñidos, sonidos, palabras?

Uso los cromagnones como ejemplo de la época en el desarrollo evolutivo humano en el que me sitúo, pero igual podría preguntarme si había algún Homo Erectus llamado «Nhhmhj». O un Homo Habilis llamado «Ruuthghughu».

¿Eran capaces de distinguirse unos de otros por nombres? ¿Eran capaces de entender la individualización a ese nivel abstracto, de asociar un nombre, una identificación (aunque fuera tan básica como un gruñido específico para cada persona) con cada persona de ese grupo? ¿De poder comunicarse entre ellos detectando esas diferencias individuales y actuar en consecuencia?

Por ponerlo en un modo un tanto absurdo: Si un cromagnon se quedase sin papel higiénico y necesitase que su mujer le trajera un rollo nuevo, ¿cómo la hubiera llamado a gritos a través de la cueva?

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